Para ello, en primer lugar, la Administración debe ofrecer lo mejor de sí misma, si quiere
exigir del resto de actores compromiso de lealtad institucional. ¡Qué daño
hemos hecho a este país y a nuestro partido permitiendo que recién licenciados
ocuparan Direcciones Generales¡ dijo un
presidente autonómico en su día. Ni directores, ni asesores, ni contratistas,
ni jefaturas de servicio… Un recién licenciado no puede sino estar gradualmente
iniciando una carrera en lo público. Como un becario no puede dedicarse a la
docencia, más que parcialmente, por eso existen los contratos de formación, de
prácticas, los aprendices,…. Un político como líder emprendedor no puede –
ajuste de la ley electoral – acceder a un puesto de responsabilidad sin haber
demostrado su capacidad en la sociedad con anterioridad. Los méritos de
becario, interino, asesor, juez sustituto, político, órgano consultivo, meritorio
o fallero, no sirven ya para la gestión política/directiva actual. Hay que buscar una especie de MIR
para gestión política. Yo desde luego desaconsejaría a actores no gubernamentales, implicarse
en proyectos públicos dirigidos por personas no aptas para el desempeño, como
desde luego votaría óptimamente a quienes incluyan candidatos con aptitudes o actitudes virtuosas, conocidas de
antemano.
En segundo lugar, estos directivos
aptos sabrán cuando deberán iniciar un proyecto bajo la modalidad de
Gobernanza, y para ello no podrán recurrir al
análisis incremental simple,
pensando en una solución para ‘salir al paso’. Seguramente el método raíz o de racionalidad
comprensiva (vg. las políticas del New Deal) no será posible, al no darse los
presupuestos de máximo tiempo, máximo información, máximos recursos, análisis
exhaustivo de todas las alternativas) pero sí pueden encontrarse móndelos
normativos intermedios. Así puede verse en la ‘exploración combinada’ de (Etzioni),
en el ‘modelo de política racional’ de Allison, el ‘Incrementalismo de Lindblom
de segunda generación’ (exhaustivo o estratégico) y sobre todo el ‘Modelo normativo óptimo’ de
Dror. Las notas diferenciadoras de
este son la clarificación de valores,
objetivos y criterios de decisión; Identificación de alternativas; Cálculo
preliminar de los resultados; consenso en los analistas; incremento del
análisis; decisión en función de la información teórica y empírica; mejora del decisión-making desde la experiencia,
iniciativa, creatividad, desarrollando de los skills directivos y promoviendo el esfuerzo intelectual
La tercera característica sería la de
establecer instituciones, (procesos y estructuras) que garanticen que en el
juego de actores gubernamentales y no gubernamentales, se preserve el interés
público (Neoinstitucionalismo Estratégico) y no quede todo en la dinámica del
cubo de basura o anarquía organizada, en la que sustancialmente se busca un problema para una solución.
El Neoinstitucionalismo Estratégico se
presenta como mecanismo para transitar hacia el segundo y tercer nivel de
gobernanza, señalados. Desde la construcción del aspecto procesal de la acción
de gobierno, creando instituciones ad hoc
para asegurar la gobernabilidad en una gestión de redes con alto grado de
riesgo y estrategia que se ofrece por mor de la complejidad, diversidad, dispersión,
fragmentación, por no hablar de los intereses ocultos y perversidades de ciertos actores. Aporta y
exige reglas de juego para la policy
network y establece estructuras organizativo-institucionales, que gestionen y controlen los fines y los medios,
sobre todo teniendo en consideración especial que el estilo final de
gobernabilidad ha de ser muy cauto según
la tipología de los actores y tener
especial cuidado de la relaciones interadministrativas con actores políticos
heterogéneos.
En definitiva y en síntesis, el
Neoinstitucionalismo Estratégico, desde un enfoque contingente y sistémico
puede aportar, no sólo la creación y el reforzamiento institucional, sino
elementos para el ‘meta’ gobierno , para que;
1) La Administración no pierda su papel
predominante en cualquier contexto de gobernabilidad.
2)
Se incorporar y consensuar en el diseño estratégico de innovación
política aquellas propuestas de los
actores que redunde claramente en el interés general pretendido, de un desarrollo
sostenible y crecimiento del bienestar integral compartido.
3) En la gestión de redes de asuntos con actores heterogéneos, implica el que predominen siempre los intereses generales o
públicos, que excederían de los intereses concretos territoriales o de
grupo.
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