Lo
que hemos den0minado ‘pensamiento político-administrativo español de primera generación se corresponde con el lugar común en los administrativistas conocido como
‘decada prodigiosa’ (1840-1850). Ahí se encuentran De Burgos, Oliván, Posada, Ortiz de Zúñiga … que desde la impronta en la
revolución francesa supone un terreno común de derecho y de
Ciencia Administrativa, que se balancea más hacia uno u otros según autores y
resulta más afrancesado o más autóctono también según éstos.
Sin
embargo entre 1829-1833 dos autores se muestran como eslabón perdido o precursores
pero no se incluyen por la fecha de sus obras en esta década clásica (así lo
hizo Nieto Garcia en “Apuntes para una historia de los
autores de Derecho Administrativo general español” en 34 artículos seleccionados de la Revista de Administración Pública con
ocasión de su centenario (A.Nieto), INAP, Madrid, 1983).
1º) Sainz de
Andino utiliza
por primera vez en España la expresión ‘Ciencia Administrativa’ considerado el
puente entre el S.XVIII y la Ciencia de la Administración y el Derecho
Administrativo. Doctor y
Catedrático de la Universidad de
Sevilla, escribió en 1829 Una
exposición sobre la situación política y su restauración como memorial -recogido
por Fernando de los Ríos en el El Sol el 14 de junio de 1829 -. dirigido a Fernando
VII, criticando a aquellos hombres de
Estado que se creen capaces de dirigir los negocios públicos sin saber nada de
la Ciencia Administrativa. La exposición contiene cinco apartados y en de Administración civil pública, propuso al Rey la
creación del Ministerio del Interior y la apuesta por una Administración Pública
para salir de la crisis en que se encontraba el país en aquel momento, pues el
hombre puede influir en los acontecimientos políticos utilizando el arte del
gobierno para conservar, fomentar, robustecer, curar y reparar a los cuerpos
políticos, y ésta es la ciencia peculiar de los hombres de Estado.
Para el autor unos ‘Principios de Administración’ estaban por
fijarse y coordinarse en muchos países y
la Administración Pública era una ciencia porque (…) no solamente consiste en cuidar de que las leyes se cumplan, sino que busca a cada
necesidad social su satisfacción y fomentando intereses legítimos se encuentra
en contacto con todos los individuos y en presencia de todas las
eventualidades, teniendo que confiar una multitud de cosas a la sagacidad,
prudencia e ilustración de los agentes. Como ciencia que enseña a conocer las
necesidades y los intereses, y el mejor modo de darles satisfacción y fomento
según los casos, tiene su teoría, o lo que es lo mismo, su sistema de
principios metódicamente ordenados y la aplicación de la teoría a la práctica
constituye el arte de los administradores (…)
Esta Administración afirmaría
(…) tiene sus
principios, sus reglas y su teoría, que pueden reducirse a nociones
elementales, que faciliten y generalicen la posesión de estos conocimientos,
disipen la incertidumbre bajo la que actualmente se procede (…)
Diría
también que el arte de gobierno permite al hombre de Estado, entre otras cosas:
1º
Conocer las estructuras de las sociedades, calcular la combinación de las
fuerzas en conflicto y encontrar el equilibrio que conserva a las máquinas políticas.
2º
Prevenir oscilaciones violentas y tener bajo sujeción a aquellos que hacen que
funcionen las instituciones políticas, y por tanto, a los funcionarios
públicos.
3º
Permite detectar los síntomas precursores de la relajación de los nudos sociales,
e identificar los vicios del desorden, dando tiempo a los estadistas para tomar
las medidas adecuadas.
4º
Conocer y deslindar los principios seguros del fomento, prosperidad, orden,
seguridad, fortalecimiento y engrandecimiento de los Estados.
Con
este arte y con la firmeza del Rey
y de la Administración se podría
combatir los males que padecía España, entre los cuales incluía a la
pobreza del tesoro del reino, la gran deuda financiera, el descrédito nacional,
la pobreza extrema de las clases sociales, el atraso de la agricultura, la
pasividad de las fábricas, la corrupción de la moral pública, etc…
No hay comentarios:
Publicar un comentario