domingo, 2 de octubre de 2022

¿Qué entender por filosofía administrativa? ( 4)

 Veamos ahora volviendo al inicio, cuatro enfoques  distintos  a la reciente de  Ongaro de entender la Filosofía Administrativa

 LaFilosofía británica de la administración’ hace  referencia al pensamiento británico administrativo que basado en la unión entre la ciencia y la ética se desarrolló al margen de la Ciencia de la Administración europea, a principios del S. XX. La Administración se refiere tanto a los asuntos públicos como a los privados y fue W.H, MORELAND quien se introdujo en 1921 la Ciencia de la Administración como búsqueda de una teoría de la Administración Pública.

M. DIMOCK  en “¿Qué es la Administración Pública?” en Public Managment, 5, 1933 y en   “The Study of Administration”  en American Political Society Review,  31-1 de 1937, sostuvo que más que un arte o ciencia la  Administración Pública es una filosofía. Es un patrón bien pensando y viable de supervivencia y de influencia para los individuos e instituciones. La Administración Pública más que arte o ciencia, es una filosofía que tiene como principio esencial servir al hombre. Este libro tiene una tesis. Dicha tesis es que la administración es, más que respuestas eruditas y técnicas bien escogidas, un conjunto de ardides. No es ni siquiera una ciencia y jamás debiera convertirse en un método rígido e invariable. Es más que un arte: es una filosofía.

La filosofía es una combinación de creencias y de prácticas destinada a lograr una mejor ejecución e integración de los actores participantes en los eventos administrativos. Una filosofía de la administración es un patrón bien pensado y viable de supervivencia y de influencia para los individuos y las instituciones. Es buena norma y buena técnica, pero sobre todo, aspira a ser una verdadera integración; una armonización de todo lo que es importante. Dimock sostiene que una filosofía de la administración pública debe estar basada en los siguientes principios:

l. Las instituciones determinan en gran parte la clase de vida que la sociedad va a llevar y los administradores, como clase, determinan en gran parte la calidad de las instituciones;

2. Los administradores deben ser individuos y no engranajes, porque el secreto del éxito es individual.

3. La clave de la administración es el conocimiento del desarrollo y de la decadencia, debido a que la actual insistencia en formar categorías y dividirlo todo en pequeños y ordenados compartimientos causa su propia derrota,

4. Como piedras angulares se encuentran los factores de desarrollo, equilibrio, estrategia, dirección y motivación.

Debido a que la administración pública ocupa un vasto campo de actividades, la filosofía de la administración se aproxima a una filosofía de la vida, la  considera como una rama de las humanidades, por lo que, según esta posición, debe estar ligada a materias como la filosofía, la historia y el arte, y no únicamente a la ingeniería, las finanzas públicas, la ciencia política, el derecho y la economía.

 

En 1996   la obra de C. HODGKINSON Filosofía administrativa: Valores y motivaciones en la vida administrativa,  es un puente entre la literatura técnica de la teoría administrativa y el discurso filosófico contempla  una axiología adecuada (la teoría del valor) para el ejercicio del liderazgo y la  toma de decisiones y formulación de políticas. La  reflexión acerca del bien y del mal como un componente crítico del pensamiento administrativo no debe ser negada por ninguna asepsia tecnocrática. Los temas centrales que se tratan en la obra son pues los relacionados con la organización y la teoría administrativa, las decisiones y la formulación de políticas, la jerarquía, liderazgo, poder, valores, intereses.  Una lógica  atención a las patologías, las ideologías y los problemas de la praxis se enlaza con una teoría del valor precisa proyectando una lógica proposicional general de la administración.

Las políticas de Gestión Pública deben estar basadas  sobre una argumentación administrativa, en la que sus argumentos sean coherentes con una filosofía administrativa que responda a valores determinados. En los últimos tiempos la praxis revela que se ha estado muy lejos de ello, en el diseño y en las formulaciones de los cambios. Los objetivos  tácticos perseguidos deberán responder a los fines y funciones predeterminados en el modelo.

La formulación Di = A (σ,θ,λ) expresa la idea de que las doctrinas (Di) están respaldadas por al menos un conjunto de valores administrativos, el modelo de cualquier Administración(A) responde en su diseño  a la agrupación coherente de valores (σ,θ,λ) .

 

Por último y más elaborada  y en todo al impacto de la denominada Nueva Gestión Pública se ha recurrido  a la idea de  ‘filosofía administrativa’ de la reforma y/o modernización NGP para apostar por su  agotamiento  y sobre todo sus argumentos y/o subargumentos de (cliente, calidad, consumerismo, gestión empresarial…).  Hood en  El arte del estado: la cultura, la retórica y la gestión pública de   1998, deja constancia de la dificultad de implementar diferentes enfoques de la gestión pública, haciendo uso de  la teoría cultural para mostrar por qué las ideas acerca de cómo administrar el gobierno son intrínsecamente plurales y contradictorias. La denominada modernización encierra mucho de retorica y en el arte del Estado no se puede jugar con elementos poco fiables (a los que denomina ‘nursery toys’,’wrong tools’ o ‘soft science’.

Las políticas de Gestión Pública como cualesquiera otras deben responden a planteamientos ideológicos, bien político-partisanos o bien de concepción administrativa. Y  a la vez responden, como epifenómenos de los primeros a planteamientos técnico-científicos  para  la gestión organizativa. Dicho en otras palabras las políticas deben responder a eso que se ha denominado  ‘argumentación administrativa’  como término que abarca los conceptos de filosofía administrativa  y argumento administrativo.

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