La ‘filosofía administrativa’ es un cuerpo de enseñanzas doctrinales que goza de una amplia aceptación en un lugar y en un momento dado (Cameralismo Alemán, el utilitarismo Británico, y la Administración Pública Progresiva.) Las filosofías administrativas son doctrinas que han sido aceptadas, que afectan la agenda gubernamental en lo concerniente a cuestiones de diseño organizacional mediante el establecimiento de un clima de opinión relativo a dichas cuestiones. Las filosofías administrativas que gozan de aceptación en un momento dado, son típicamente rechazadas u olvidadas en otro momento. El marco de referencia que rodea a la filosofía administrativa está dirigido a explicar la agenda gubernamental, teniendo en consideración cuestiones de diseño organizacional en un lugar y en un momento dado. Es decir la filosofía administrativa es una suerte de filosofía política aplicada al rol del Estado y a la teoría administrativa que lo sustenta, y , por ende, es un cuerpo de enseñanzas doctrinales que goza de una amplia aceptación en un lugar y momento dados, entre otras cosas usados con retórica política por parte de sus emprendedores o promotores.
Los ‘argumentos administrativos’ son sistemas compactos de ideas concernientes al diseño
organizacional. Un argumento administrativo (AA) puede desagregarse en un
conjunto de subargumentos. Mientras que cada argumento administrativo se
refiere típicamente a un amplio espectro de problemas de diseño de la
organización, cada subargumento tiene que ver con un único problema de diseño
organizacional (AA = {aa1, aa2, aa3, ...
aan}). El argumento administrativo es descrito como un conjunto de doctrinas y
un enfoque basado en valores administrativos del tipo sigma y los citados autores identificaron tres grupos de afinidad o clusters de valores
administrativos. Estas agrupaciones son;
· valores tipo sigma (σ); otorgan prioridad al desempeño eficiente de las tareas,
·
valores tipo theta (θ); la honestidad y la justicia
·
y valores tipo lambda (λ); enfatiza la
fortaleza y adaptabilidad de los sistemas.
Así puede hablarse de ‘Formulación administrativa’ para expresar en formulaciones o algoritmos un modelo de Administración y Gestión Pública que sigue una argumentación administrativa.
En la obra de 1991
La argumentación administrativa
Hood y Jasckson explican el desarrollo
teórico de la Administración Pública no como una búsqueda de grandes verdades y
de comprobaciones científicas, sino entendiendo el conocimiento en la misma como
un conjunto de doctrinas, no sujetas a verificación. Es decir, las ‘doctrinas administrativas’ no se
evaluarían en función de su contenido de verdad —fundamento empírico— sino de
su credibilidad o aceptación. El trabajo de Christopher Hood y Michael Jackson es una investigación que abarca el estudio de
99 doctrinas administrativas a lo largo del tiempo; contempla el análisis entre
doctrinas, filosofías y justificaciones, asumiendo esos tres tipos genéricos.
La obra enfatiza el por qué, en ciertos momentos de la historia, una doctrina
fue mejor aceptada que otra, por mor de una buena retórica, las diversas nociones de estado
vigentes en cada período.
Se agrupan estas 99 en tres grandes clusters que a su
vez se combinan ente ellos en torno al ‘qué’, ‘cómo’ y ‘quién’:
·
‘What
Type’: burocracia, clásica, organización privada, gran escala, pequeña escala,…
·
‘Who
Type’: liderazgo, experimentado, novato, clientelismo,…
·
‘How Type’ : Discrecionalidad, secretismo,producción,
resultados,...
·
‘Who
Type’- ‘How Type’-‘: carrera vitalicia,
temporal,…
·
‘Who
Type’-What Type’: selección de no interesados en cargos,…
·
‘How
Type’-What Type’: subcontratación si es posible,…
Los autores no son
ajenos a que el objeto de estudio de la Administración Pública moderna es un
campo lleno de controversias, con amplia contribución de conceptos, teorías y
metodologías, sin llegar a un progreso acumulativo de propuestas: múltiples
esfuerzos, pero erráticos, impidiendo una postura teórica aceptada por todos.
La discusión de si es una ciencia, una disciplina o una profesión no ha
terminado. La visión del concepto de Estado, que evoluciona según las
tendencias de cada momento; Cíclicamente el Estado es considerado como el
fabricante público de políticas, o a veces compitiendo con el sector privado,
en otros casos como el único eje de una sociedad entera, también en un papel
excesivamente ausente, entre otras posibilidades. Complica la situación el
hecho de que los aspectos sociales, sociológicos… se manifiestan, con
diferentes poderes de grupos, factores políticos, evolución de corrientes de
pensamiento, como positivismo o conductismo, por mencionar algunos. Constituye
un marco de referencia no muy claro y abundante, pero sin lograr el rigor
científico necesario para su cultivo como ciencia.
Los autores sostienen
que el efecto de una doctrina administrativa está en función de su credibilidad
y no de su veracidad, destacando el efecto persuasivo en la presentación de las ideas donde la metáfora y
la analogía cumplen un papel fundamental.
La retórica es comparada con un código que abre una cerradura, que representa un problema, este código es aquel discurso que es capaz de convencer. Profundizando este foco, los autores introducen una distinción entre doctrinas, filosofía y justificaciones.
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