lunes, 8 de noviembre de 2021

La Gestión Pública en la crisis de la pandemia: un ensayo crítico para la Administración Pública universal (1)

En entrada de  20.09.2021  informanos de  unas Jornadas sobre autogobierno valenciano en la Universidad Miguel Hernandez  para  el día  6.10.2021  en la  Facultad de Ciencias  Sociales y Jurídicas  de Orihuela focalizadas en la gestión pública de la pandemia. En una de las intervinientes se señalaron algunos cambios o tendencias en las estructuras administrativas, disruptivos de los hábitos estándar, bien por instrucciones internas de continuo ajuste operativo, bien por adaptaciones espontaneas a las nuevas demandas y cambio de patrones en los administrados.  Entre ellos;

El Coronavirus ha supuesto un reto para nuestras Administraciones, mostrando un nuevo contexto y un nuevo escenario desconocido hasta el momento.

Ha reubicado a las organizaciones en su entorno, alterando el mapa de prioridades anterior.

Ha exigido reacciones rápidas, eficaces y adecuadas, pero dentro del paradigma reactivoy no proactivo.

Stress organizativo (overload) en algunas unidades y en especial de  los departamentos de sanidad y empleo. (Vg.desde marzo de 2020, las empresas de la Comunidad Valenciana presentaron durante la pandemia 83.771 expedientes de solicitud de ERE/ERTE, de los que la autoridad laboral ha resuelto 80.620 con más de 540.000 afectados)

Desempeño muy desigual entre diferentes departamentos y entre diferentes pessonas dentro de las mismas unidades y que en algunos  casos evidenciarían la ley de pareto del 20/80  (esto especialmente en lo atinente al teletrabajo).

Felizamente en nuestro sistema español no se dado un a situación de ‘WELFARE BACKLASH’ (retroceso acusado en los niveles del bienestar social) y se ha conjudado bastante bien el principo de eficiecnia paretiana de lograr  nuevos servicios sin restar notablemente la productividad/rendimiento. 

Si se ha notado  en lo relativo al equilibro eficacia –eficiencia, ante la ‘ausencia-penumbra’ de algunos empleados. Esto se compadece con la infrautilización obligada de servicos tipicamente colapsados siempre por mor de una mala educación ciudadana preexistente (vg.medicina familiar).     

La crisis aceleró exponencialmente el uso de la Administración digital por los ciudadanos, pero los problemas de identificación personal  -certificado digital-  obstaculizaron mucho su  desempeño..

La ciudadanía reclamo una suerte del  "valor refugio"  de la Administración, aumentando su expectativa de valor publico y de confianza básica.  Recordemos que la ‘CONFIANZA BÁSICA’ es un término deudor de Eriksson, utilizado en la psicología social para referirse al bienestar que produce la tranquilidad de confiar en que no va a pasar nada grave en sus vidas. Su pérdida supone en general un estado de ansiedad. Capacidad que tienen las personas para confiar en sí mismos y eventualmente en los demás. La confianza básica de la colectividad en la Administración Pública depende en gran medida del respeto por los valores y principios fundamentales que son la base de toda sociedad democrática que procura entenderse a sí misma y respetar los derechos de sus miembros. Hay buena Administración si la sociedad piensa que los poderes públicos minimizan el riesgo o garantizan el pronto restablecimiento del orden o status quo. 

De su parte el ‘VALOR PÚBLICO’ es la capacidad de las Administraciones para orientar su trabajo hacia lo que más le importa a la gente, y a darles servicios, en mejora de la calidad de vida, ser más efectivos en la provisión de servicios públicos, contar con una mejor capacidad de respuesta. El incremento del valor público integra la dimensión política, la dimensión sustantiva de la acción pública y la dimensión administrativa. Supone pues  la satisfacción de necesidades humanas presentes y futuras asociadas a la vida mediante el esfuerzo humano organizado. Si las Administraciones Públicas tienen la voluntad y capacidad para acomodar sus objetivos a las preferencias ciudadanas asume que al entregar el valor público requerido, la gente estará dispuesta a pagar por él con dinero, con el voto, u ofreciendo su tiempo para colaborar con el gobierno. 

Se han producido cambios macro y meso en diversos aspectos del fenómeno administrativo como epifenómeno del Estado político y su manejo por el Gobierno. Se habla ya de un modelo político más socialdemócrata y federalizante  y unos  presupuestos para 2022  que rompen retos incrementales y, a la par, cuentan con una previsible  llegada de 27.633 millones extras de los fondos europeos. 

En nuestra CV el proyecto de presupuestos aprobado por el Consell asciende a 27.967 millones de euros, 2.340 millones más (+9,1%). El más elevado en la historia de la Generalitat Valenciana. Según el barómetro que la Dirección General de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat ha dado a conocer esta semana  más de la mitad de los valencianos cree que la situación política y económica es mala o muy mala. Se desvela que solo un 1,2 % de los valencianos sitúa a la financiación entre los tres principales problemas de la Comunitat Valenciana. De los más de treinta problemas que mencionaron los encuestados, la financiación autonómica ocupa, junto con la falta de ayudas a empresas, un llamativo último lugar, mientras que Desempleo (66,1%) economía (26,2%) y crecimiento económico (25,2%).Hay que celebrar que los servicios públcios solo reflejan una preocupacion al 2,1%, lo que en teminosd e vakor publico es muy aceptable. 


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