lunes, 21 de febrero de 2022

La heteropraxis de algunos pensadores ortodoxos sobre Ciencia de la Admnistración

Por sus obras los conoceréis’, ‘0bras son amores y no meras razones’ o ‘cuando  leas a un filosofo no te fijes en su vida’  son diversas expresiones acerca de la gran tragedia del hombre común .-especialmente público - ; la mentira, el fariseísmo  y la hiprocresía. Pero algunos metidos en ese fango pasan a la historia habiendo dejado algo bueno. Vamos a reflejar algunos aspectos negativos por heteroprácticos en los dos grandes del pensamiento administrativo español de la década prodigiosa (1840-1850) cuya calidad intelectual es insuperable y su aplicación las sistema español hubiera sido revolucionaria en no pocos aspectos, y sobre todo expuestos desde un pensamiento liberal de aquellos tiempos. Deben citarse a Sainz de Andino, De Burgos, Olivan, Posada Herrera, Silvela, Ortiz de Zúñiga y Colmeiro). Su aceptación en la política hubiese evitado que la descripción de Benito Pérez Galdós de la España administrativa de finales del siglo XIX. Así lo hace en 1998 su obra Miau, al reflejar la vida dolida  y trágica  del cesante Ramón Villaamil, amargado y tan desolado y por la cesantía infinita, fruto del sistema del espolio o de botín que permitía – formal y materialmente - que los vencedores de las elecciones incorporaran al presupuesto a amigos y paniguados.  De Posada Herrera  se dijo  (Cfr. Cánovas Su vida y su política, de Fernández Almagro, 1951) que (..)fue un astuto practicante de la política y profundo conocedor de la administración… inteligente en grado sumo, escéptico hasta el hielo del espíritu, ladino o descarado según las circunstancias. Muy experto en el trato de gentes supo hacer de su despacho eficaz confesionario para asegurarse la lealtad de los candidatos que habían de ser encasillados.

…Ante la pregunta de O’Donell a Posada como Ministro de  Gobernación de ¿Cómo había obtenido tantos diputados adictos?, contestó: “Soy cristiano viejo y pongo mucho cuidado en que mi mano izquierda no sepa lo que hace mi mano derecha” .

 … Aquellas virtudes de habilidad, sagacidad, ingenio dialéctico, que Posada Herrera poseía,  torciéndose tantas veces en artimañas y desaprensiones, no padecieron jamás en Cánovas análoga degradación peyorativa … Posada ponía la Administración, sin vacilar al servicio de sus fines políticos y electorales y, no por ello, dejaba de sentir, en su vocación intelectual y técnica, la necesidad de mejorara la, de hacerla más útil al interés general(…) – Aquí se cita su colaboración con Cánovas para los proyectos de presupuestos y gobierno provincial y municipal con una  gran descentralización administrativa en favor de las provincias, o el de libertad de prensa –

Posada fue denominado el ‘Gran Elector’ – por su influencia en los nombramiento a similitud del sistema de los landers alemanes - y descrito como carente de la más elemental comprensión de la democracia a la que confundía con el jacobinismo o el socialismo.

 En Alejandro Oliván está prenunciada la teoría de la Administración Pública  de  Stein como acción de conformación social , pues conforme al esquema reformador que sigue Olivan pretende acentuar el papel de lo administrativo para objetivar el papel del Estado, manifestado en la permanencia de lo administrativo, estableciendo una zona común y neutralizada como obra de todos los partidos y no señuelo para dominación de grupo. Oliván al enunciar una verdadera Administración protectora y orientada al progreso social, cuando aún estaba lejano 1848, visión que no sólo en España sino en el resto del mundo suponía medidas administrativas inéditas. Esta concepción de la Administración Pública como creadora y elevadora de la vida social se nutrió en buena parte del pensamiento ilustrado. Por eso García de Enterría  diría que si Burgos fue el creador de la Administración Pública  española, Olivan lo fue de la Ciencia  Administrativa.  

Así sorprende que la desmitificación que del pensador realiza Lorenzo Martín-Retortillo en “Un retrato y discurso de  Alejandro Oliván” en Revista de Administración Pública, 57, 1968  - curiosamente en las antípodas de la apología posterior de su hermano Sebastián, (también Catedrático de Derecho Administrativo) en  Alejandro Oliván: Reflexiones sobre su vida y su obra, Cívitas, Madrid,1997.

Se presenta al personaje como un  político interesado, clasista, y partidario de la exclavitud  al hilo de una investigación suscitada por las sospechas sobre un  personaje con idéntico apellido descrito en la obra del inglés George Borrow, - agente de la Sociedad bíblica británica-  titulada  La Biblia en España, o viajes, aventuras y prisiones de un inglés en su intento de difundir las escrituras por la Península, de  1842   (traducida al castellano en 1921 por Manuel Azaña), reeditada en 1967.

 Borrow presenta a un tal Oliban como secretario del duque de Rivas, ministro de la Gobernación, es decir, como subsecretario de la Gobernación o del Interior, y en tal cometido se cuenta que   (…)Fui a ver al secretario, un aragonés llamado Oliban, que no era guapo, ni de elegantes maneras, ni afable …—Es un hombre singular; no se cansa de hablarme del Concilio de Trento (…).  

  Nada menos que podemos leer en Martin Retortillo que (…)Sorprende, considerando a Oliván como uno de los padres y mentores de las ciencias administrativas en España, contemplar su pacífica y palpable condescendencia para con la esclavitud al defender, en definitiva,, junto a consoladoras e ineficaces lamentaciones generales, al partido  de los propietarios de esclavos (…)

Olivan en las Cortes españolas como diputado moderado – expuso a la clara  cómo era concebido el problema colonial en la sesión  del 18.05.1836 al discutirse la ley electoral en lo  referente al nombramiento de los representantes ultramarinos.  Lorenzo Martin Retortillo  señaló que es útil para esclarecer la ideología de Alejandro Oliván. A la hora de fijar un retrato de su persona surge, como de la mano, un testimonio bastante elocuente de sus ideas. En dicho  discurso afirmó (…) sorprende la cruda sinceridad con que se aborda el planteamiento colonial para tratar de defender, fundamentalmente, valores como la propiedad, el prestigio, el comercio. En base a esta concepción, la población de las islas es útil en cuanto proporciona brazos de trabajo para la explotación de las mismas. Con la misma lógica, la Administración se piensa para estar directamente al servicio de los mismos intereses: "¿Quiénes —dice Olivan— serán los que influyendo en el gobierno del país ofrezcan mayores seguridades de orden, de estabilidad y de prudente manejo? La respuesta me parece sencilla: los mejores de cada isla, los más ilustrados, los más ricos, los más interesados en el bien público (…).

  Una cosa es hablar de política y otra ejercerla, weber lo dice meridianamente claro y la tensión existente no es fácil. Pero lo que debe hacernos reflexionar es porqué hombres tan ilustres, ilustrados, conocedores del bien, convencidos de la bondad de sus propuestas, tropiezan heréticamente con sus posiciones canónicas en su vida política. Y cabe preguntarse ¿Qué será entonces de los que ejercen la política sin tener marcos teóricos, científicos o ideológicos de guía y estar desnudos al socaire de los tira y afloja que mueven los hilos ? 

Cuestión compleja así que yo sigo pensando, que en todo caso, los dos grandes de la historia administrativa europea son Octavio Augusto y Napoleón y recomiendo sobre el primero la biografía novelada de Adrian Goldsworthy Augusto, De revolucionario a Emperador (2014) y del segundo Los Cien días de Dominique de Villepin (2014).

 

 



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