La
Ley 4/2013 de 12 de junio de medidas urgentes en materia de gastos de personal
organización administrativa para la Región de Murcia recoge en su articulado una previsión de interés que
afecta al objeto de este blog y que se se expone en ytres entradas
consecutivas. Se trata de una previsión normativa peparatoria en materia de
reforma administrativa, adoptada, en el marco de la situación actual, con alta
dosis de
racionalidad y coherencia normativa, lo que suyo ya sería grato para los hierofantes de la nomotecnia.
E.
SARAVIA en un trabajo intitulado La teoría general de la Administración y la
reforma administrativa (INAP-México) afirma que todas las reformas
administrativas están - o lo deberían estar – orientadas por una
ideología político-cultural del momento o por una teoría administrativa. Esto
no es sino una formulación equivalente a las propuestas de Hoods et alius sobre la argumentación
administrativas, ya precitadas en este blog.
Mucho ha llovido desde que F.W. Taylor
expusiera su exitosa ‘administración científica’ en 1916 y su inclusión en la
teoría neoclásica de administración. La propuesta taylorista elaboró un conjunto de técnicas que
intentaban optimizar la función de producción, bajo la consigna del one best
way, leitmotiv del carácter científico de la administración. La preocupación
sustentada en el Taylorismo y el movimiento de la ordenación científica
consiste en elevar la productividad de la empresa, en tiempos de la denominada
era progresista, que transitó desde 1890
hasta la década de 1920. Época de reformas
cuyo objeto, era la respuesta de la nación a la revolución industrial. Uno de
los de los objetivos principales del movimiento progresista fue la purificación
de gobierno, tratando de eliminar la
corrupción mediante diversa medidas identificando las viejas formas acreedoras
de modernización, y haciendo hincapié en
las soluciones científicas y de ingeniería.
En
materia de organización el inicio de la era progresista coincidió
codenominan lo que algunos etapa de ‘administración sistemática’ – no confundir
con la Teoría o enfoque de sistemas más tardío –. Esta era de finales del S. XIX, pretendió mayor racionalidad organizativa el proceso de
desarrollo de la segunda etapa de la
revolución industrial, estableciendo estándares generales en la gran industria
frente a la contingencia de las pequeñas empresas.
Desde su experiencia como ingeniero, consultor
y la de administrador de la Bethlehem Steel Co., Taylor se ocupó de mejorar las
técnicas sistemáticas y estándares de administración de su tiempo (Administración
sistemática)en aspectos concretos
como el salario de incentivos, la
organización de compras, mantenimiento de máquinas, correas de transmisión, y
contabilidad interna. Añadiendo la
planificación en la producción, las funciones supervisoras del capataz funcional, el estudio de tiempos
en las funciones productivas.
Toda
una actividad de marketing y promoción es llevado en persona por Taylor
(visitas a fábricas, conferencias y la
publicación de la exposición detallada
de sus métodos conocida cono Shop management en la American Society of
Mechanical Engineers)
A
este éxito inminente contribuyó la actividad divulgadora del matrimonio Gilbreth y la
L. Brandeis abogado promotor de
reformas sociales y luego miembro del Tribunal Supremo americano. La historia revela
que el apelativo de ‘científica’,
fue debido por el enfrentamiento entre Brandeis y el órgano regulador de ferrocarriles
ante la Comisión de Comercio interestatal, para evitar el incremento de las
tarifas en las mercancías que afectaba a
sus representados, los empresarios fletadores en 1910, arguyendo la
innecesaridad de utilizar dicha medida para compensar los incrementos
salariales, si en lugar de ello utilizaba las técnicas de la nueva
administración científica. En arenga diría (…) la
administración científica implica
preparación internacional, el mismo tipo de preparación que a Prusia le aseguró
la victoria sobre Francia y a Japón la victoria sobre Rusia. La administración científica no deja nada al azar, planifica
cuidadosamente todo por adelantado. Cada operación debe realizarse según unas
instrucciones precisas dentro de un programa predeterminado; la realización de
las operaciones se inspeccionan y supervisan en todo momento. De esa manera se
previenen los errores en lugar de corregirlos y se evita la terrible pérdida en
retrasos y accidentes. El cálculo sustituye a la suposición y la demostración a
la opinión. Se busca aumentar el rendimiento del limitado tren de pasajeros en
las operaciones cotidianas de la empresa. Los ferrocarriles podrán ahorrar un
millón de dólares si aplican los métodos
de administración científica(…).
Éste
éxito contribuyó a la demanda de editoriales por la obra de Taylor, que en una
primera entrega pro capítulos se publicó en The American magazine en marzo,
abril y mayo de 1911 , para acabar publicada como libro superventas en
Otros
acontecimientos que igualmente coadyuaron fueron el Testimonio del propio
Taylor ante la Cámara de representantes
de los EE.UU, el 25 de enero de 1912, así como el interés que se tomaron por
sus propuestas los ingenieros directivos
del arsenal del Ejército americano en Boston, que adolecía de excesiva
burocracia, luchas sindicales, baja productividad y costes altos de producción.
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