He leído esta semana que una iniciativa política en
Les Corts Valencianes ha pedido que el Instituto Valenciano de
Investigaciones Económicas (IVIE) como sociedad participada por la Generalitat
Valenciana, mida en términos macroeconómicos el impacto de la corrupción para
tomar conciencia de la dimensión del problema y a acabar con la permisividad
social que se percibe en algunos casos. El objetivo es poner números a un
problema que trasciende las cantidades concretas de dinero público malversado
en cada caso de corrupción conocido, ya que, su efecto va más allá al generar
desigualdades, pérdida de oportunidades, costes de financiación y desconfianza
en el funcionamiento de las instituciones. Me
parece plausible la iniciativa para saber el alcance de la misma, y a ser
posible la que también existe en los ámbitos empresariales, profesionales,
fundacionales y demás.
En el
último Índice de Percepción de la Corrupción presentado la semana pasada por Transparencia Internacional, los resultados dicen que Somalia, Corea del Norte y
Afganistán ocupan el último lugar (174). Grecia es el país más corrupto de la
eurozona (94), Italia ocupa el puesto 72. España se estanca en el puesto 31 junto con Botswana, toda vez que en los últimos 18 años España ha ido bajando
del puesto 21 al 30.
Pero ya dadas las consecuencias de todo lo sucedido en los
últimos tiempos, también me parecería oportuno un estudio sobre el impacto
económico del modelo político de los últimos años, esto es, los denominados
grandes eventos, la red clientelar, la deficiente capacidad gestora y organizativa,
una configuración administrativa muy poco racional, las negativas a relacionarse según con quién,
el maniqueísmo institucional, la captura de cierta prensa,…
En Las
Provincias edición de 6 junio de 2009 dimos cuenta de la propuesta de
integración de la CV en la Eurorregión, con relación a un trabajo que obra en
link en este blog, por aquel entonces, me consta que la propuesta era
políticamente incorrecta por aquello del
catalanismo o la disolución de nuestra CV bajo los imperialismos vecinos
y demás. Era mejor apostar por una CV propia y políticamente autónoma, dueña de
su futuro. Ya vemos el futuro de aquel entonces; hoy nuestros bancos emblemáticos en la manos de terceros
como la Caixa, y nuestra autonomía
financiera cautiva e intervenida.
Ahora con
el cambio de Gobierno de esta semana tenemos a los mejores, - eso termino de
leer -, pero en aquel entonces de la oportunidad de la Eurorregión por el 2005,
también teníamos lo mejores gobernantes; una recua de visionarios sin parangón,
eso sí legitimados por no sé cuantos millones de votos, que dicho sea de paso
ya veremos si obtenidos legítimamente a tenor de alguna de las causas
pendientes sobre financiación de partidos.
El caso
es que mis alumnos me preguntan reiteradamente
cómo podemos pedir responsabilidades no sólo a los delincuentes sino a
aquellos gestores tan ineptos, responsables de clamorosos desaciertos. No es
suficiente, aunque afortunadamente ya sucede, que la justicia va haciendo lo
suyo, desde aquel caso Malaya, principio
de un sin fin de tropelías, de las que
ya veremos cuantas quedan impunes o sin efectos, pues un estudio académico de
la Universidad de Alicante concluye que
los delitos contra la Administración pública son los que más se indultan
proporcionalmente.
Es
necesario reflexionar sobre todo esto, sobre la impunidad en muchos casos de
los corruptos y también la de los visionarios erráticos, por ineptos. También de
esa impunidad de los que se sostienen por la red clientelar que se beneficia de
ellos, cual príncipe títere. Mecanismos hay en el sistema
político-administrativo, de los que pocas veces se hace uso, cual resulta por
ejemplo de la derivación de la
responsabilidad patrimonial.
Hay que
reflexionar sobre la causas de esto, precisamente en un época de bonanza y de libertad
política como jamás hemos gozado, y parece que el modelo autonómico no es ajeno
a esto, a tenor de los resultados empíricos. Un ex Senador de la UCD castellonense
de reconocido prestigio y manifiesto servicio en su época recientemente acaba de decir que “se
siente pesimista,… tenemos una clase política muy mala, …España ha dejado de
ser una democracia para convertirse en una partitocracia,… Fue un error el
Estado autonómico,…. En la campaña electoral de 1977 en ningún momento se
explicó a los ciudadanos que habría un Estado autonómico. Yo me enteré 15 días
después de ser elegido senador. Los representantes de la soberanía popular no
lo sabíamos, por lo que casi se rozó la trampa, … Nos engañaron, lo asumo e incluso pido perdón
por haberlo votado y firmado porque nos ha llevado a esta circunstancia actual.
Lo que se planteó como una pura descentralización administrativa ha acabado
utilizándose como plataformas políticas para pedir la independencia.”
Si los
estudios mencionados diera unos datos relevantes
debería hacerse uso, aquí en la CV de lo previsto ex artículo 155 CE, hasta que
se diera fianza bastante de que los
candidatos que van a gobernar gozan de garantías de, al menos sensatez y
sentido común y de lo común. Lo mismo
para el resto de comunidades regionales o locales que no han sabido hacer uso
de los instrumentos dados para la gobernabilidad.
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