En
conexión con las entradas anteriores
veamos
algunos ejemplos de praxis actual contra tabulas de la normatividad teorética y/o positiva.
Noticia son los nombramientos de la Alcaldía de Móstoles,
en los que la Justicia ha invalidado el nombramiento del nuevo gerente de
Urbanismo, por no cumplir los requisitos de la convocatoria pública a la
que se presentó para lograr el puesto, al no poder demostrar 15 años de
experiencia profesional antes la
publicación de las bases de la convocatoria.
Por aquí en el levante
nos encontramos con otra polémica de prensa local resultante de la Resolución
nº Z-67, de fecha 14 de marzo de 2019, de la Alcaldía-Presidencia del,
Excelentísimo Ayuntamiento de Valencia sobre bases para la contratación en
régimen laboral especial de alta dirección de un/a director/a para el Centro
Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS).
Las Funciones
eran las de ejercitar los poderes inherentes a la titularidad del Centro
relativos al cumplimiento de los objetivos generales del mismo, con autonomía y
plena responsabilidad, solamente limitadas por los criterios e instrucciones
emanadas de los órganos de gobierno.
El régimen de contratación
es el de contrato laboral de alta y como personal directivo, estará
sujeta a la evaluación del cumplimiento por su gestión, de acuerdo a criterios
de eficacia, y eficiencia así como al control de los resultados en relación a
los objetivos fijados. El contrato tendrá una duración de 2 años, con la
posibilidad de renovación de un año más y una retribución anual de 63.630
euros brutos anuales
Pues resulta que como
requisitos de las personas aspirantes se exige ser español o
nacional de un país de la UE y estar en posesión del título universitario de
Licenciado o Grado en Periodismo o Comunicación Audiovisual o equivalente. Nada
pues relacionado con la gestión pública directiva. Sin embargo como mérito se
exige la acreditar una trayectoria y experiencia significativa en
cuestiones vinculadas a las funciones y de gestión de recursos públicos y
privados, cooperación internacional, comunicación entre entidades públicas y
privadas.
Significativa es una
expresión muy sufrida y expuesta a interpretaciones subjetivas, en contra del requisito
de acreditar competencias y habilidades directivas según un elenco tasado y
baremado. Esto es lo que hay con la nueva política.
Nos encontramos con que la
Generalitat valenciana anunció la creación de un Observatorio del
trabajo Decente con la finalidad de hacer un seguimiento continuo del mercado
del trabajo para detectar “las necesidades, vigilar la feminización de la
pobreza, la economía sumergida y la precarización laboral” (vg. camareras
de piso en hotel o trabajadoras subcontratadas del zapato). Este fue uno de los
60 objetivos prioritarios marcados por el nuevo Gobierno tripartito valenciano
en el programa del Botànic II. Idea plausible ya que la economía
sumergida en la Comunidad Valenciana ocupa el quinto lugar en España con un
24,8% del PIB, según el informe Economía sumergida y fraude fiscal en
España, elaborado por Funcas en 2018, (una media del 18% en la UE) .
El presidente de la
patronal autonómica afirmó en un encuentro que son necesarios
más representantes del Consell y menos líderes de partido mientras que el
empresariado de la Comunitat, en los últimos años ha visto cómo en ocasiones
han primado más la ideología que el interés general.
A mí me resulta una
indecencia que la Inspección de Trabajo ha obligado a la Diputación de Valencia
a dar de alta en la Seguridad Social como personal laboral a siete becarios que
accedieron a un puesto, supuestamente de formación, en el servicio de
Comunicación y Relaciones Externas de la corporación. Las razones fueron
las de existencia de «fraude de ley» y «abuso de derecho» por parte de una
administración pública hacia personas que accedieron a un puesto provisional.
También es indecente que los
empleados del Tribunal de Arbitraje Laboral, fundación pública dependiente de
la Conselleria de Economía que se financia con aportaciones de la Generalitat,
lleven tres meses sin cobrar la nómina.
Ha habido últimamente
desafueros a la vieja usanza por parte de la nueva política y las
causas de todo ello siguen existiendo en el sistema social (precarización
económica, neofeudalismo, nepotismo,patrimonialización, clientelización,
captura de políticas, diletantismo político,mediocridad sindical, …
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