En España el ‘Análisis de Políticas Públicas’, es una displicina
carrefour entre la Ciencia de la
Administración y la Ciencia Política surgida en los ’50, y que supuso un focus nuevo para ambas ciencias,
ancladas ya mucho tiempo en temas recurrentes en torno a la legitimación,
estructuras y control.
Se paso del estudio de los inputs al
de los outputs. Cuando se aproxima a
sus fundamentos teóricos podemos percatarnos de la complejidad, diversidad y
fragmentación científica en torno a los estudios de políticas, situación que en
estos 60 años de recorrido poco se ha avanzado.
Los problemas seminales
de la disciplina reflejados, a mi modo de ver, especialmente en los modelos teóricos
analíticos, siguen sin resolverse. El dilema del enfoque ‘sinóptico’ vs.
‘antisinóptico’, cruza transversalmente a las subareas; estudios, diseño, proceso, evaluación, implementación, … de
políticas y las condiciona en su aplicación científica. Por ello la teoría de
la decisión, la del comportamiento
social, la de la argumentación, se muestran como vicarias de los enfoques
primigenios y la multidisciplinariedad de la seminal ‘Ciencia de políticas’ ha
terminado en un marasmo científico, no peor del que se haya el posterior ‘Análisis de políticas’ afectado de
un maximalismo científico (y positivista) de imposible o extraordinariamente
difícil aplicación, que se vio extraordinariamente afectado por las corrientes
optimistas del conductismo de los ’60 y sus lecturas positivistas.
De otra parte los políticos no han salido
nunca del discurso demagogo de las políticas, emplean algunos términos pero no
saben nada absolutamente del discurso científico y ni tan siquiera el contenido
mínimo de las políticas. En total, ambigüedad, imprecisión, retórica,
propósitos encubiertos en la evaluación, negocio de consultorías que
venden marketing político subespecie de
producto evaluativo. En suma otro aspecto de la política real que espera ser
desvelado y que guarda estrecha relación con la corrupción y su hermana la
ineptitud.
La evaluación no supera en
nuestro país la barrera de actividad
sectorial sectorial y excepcional. Los
modelos teóricos analíticos al uso
son insuficientes, obsoletos,
inadecuados, complejísimos (Allison I, Racionalidad comprensiva, Normativo
óptimo) y han hecho que sirvan, si se
utilizan, como mucho, para describir por
qué se hacen las cosas de manera deficiente, insuficiente o caótica, o que
justifique modelos en el contexto de la racionalidad limitada o
anarquía organizada (Incrementalismo I, II y III,Pluralismo, Garbage Can,...).
Bajo el titulo Evolución de modelos
y enfoques para el análisis de la “acción pública”: del discurso a una nueva
dinámica normativa”, dejamos constancia de un trabajo propio sobre la cuestión
metaanálitica que aparece en el número 12 de la revista Gestión y Análisis de Políticas
Públicas, y que obedece a una pertinente propuesta de revisión y
reformulación de la ponencia que se presentó en el congreso GIGAPP 2014 , y que
puede verse en http://revistasonline.inap.es/index.php?journal=GAPP&page=article&op=view&path%5B%5D=10208&path%5B%5D=10693
Para saber más, mucho, más véanse las obras
recopilatorias de Aguilar Villanueva de 1992 sobre los estudios, la hechura, la
agenda y la implementación de las políticas.
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